viernes, 12 de octubre de 2007

EL CUERPO DE CRISTO


Todo comenzó dos días antes de mi Primera Comunión, por aquél entonces yo tenía cinco años y medio pero los acontecimientos han quedado grabados en mi mente de niña-adulta…

Creo recordar que todo empezó por mi pelo y mis pecas…
En aquella época yo llevaba mi larga melena recogida en dos coletas rojas y mi cara estaba salpicada por innumerables pecas, mi madre encontró la solución para mis “manchas en la piel” que tanto me afeaban:
-Mira, Mariló, una señora del pueblo me ha dado una receta que no puede fallar: el día de tu Primera Comunión, tu cara estará limpia e inmaculada.
-¿Sí?, cómo…
-La receta es muy sencilla: meter dos botones de nácar en el zumo de un limón, dejarlo macerar durante un par de días y la pasta resultante se extiende sobre la cara.
-¿Y eso hará desaparecer mis pecas…?
- Si, ya tengo el mejunje preparado.

Hasta ese momento yo no había sido consciente de qué mis pecas fueran un estorbo, pero la insistencia de mi madre para hacerlas desaparecer me creó un trauma que arrastré durante muchos años…
Odié mis pecas, tenía poco más de cinco años, durante mucho tiempo, hasta qué un día, muchos años después, un amante, sevillano, pintor, decidió contarlas una por una:

-Tienes doscientas sesenta y ocho pecas, espléndidas, maravillosas en el rostro, quiero besarlas una a una y después pintarlas…

Ese día perdí el miedo a mis pecas: es increíble lo que pueden hacer las palabras con las personas; él me enseñó a adorarlas y a comprender que me daban ese aire de niña grande que nunca me ha abandonado, y nunca jamás utilicé la pócima, que recuerdo perfectamente, que me enseñó mi madre…

El otro problema era mi pelo, me llegaba en abundantes rizos rojos más abajo de la cintura: mi madre quería que lo llevara recogido, mi padre suelto…

-Es un acto de recato hacia el Señor, Jaime - les escuché hablar- la niña tiene una melena que llama demasiado la atención…
-¿Y…?
-Es lujuriosa y ostentosa,
-No digas tonterías, Adela.
-No las digo, pero cuando su pelo suelto brilla con le sol es lo mismo que un imán.
-Vale, pues se lo cortamos y ya está…

El día antes de mi Primera Comunión, mi padre me persiguió - enfadado- alrededor de la mesa de la cocina, con unas tijeras en la mano intentando cortarme la melena…
Juliana, la cocinera, se lo impidió…

Juliana, murió hace unos tres años y nunca le confesé, abiertamente, cuanto le debía…
--Han sido tantas las cosas que hemos vivido juntas, señorita Mariló.
-Si, amiga, tal vez demasiadas cosas juntas…

El día de los faustos recorrí, tenía solamente cinco años y medio no hay que olvidarlo, el pasillo de la iglesia de Villamayor, sin pecas y con el pelo lanzando murmullos en el aire.
Abrí la boca, y sobre mi lengua depositaron, no recuerdo quién, el Cuerpo de Cristo….

Mi traje era blanco, yo… era blanca, en esa ocasión comulgaron conmigo catorce niños, todos varones; a mi ¿fiesta?, acudieron casi doscientas personas: abuelos, tíos, primos, amigos de mis padres…, pero yo solamente recuerdo qué… alguien que me amaba mucho quiso cortarme el pelo o borrarme las pecas… y aquel lejano Cuerpo de Cristo se me ha quedado atorado en la garganta…

Lola Bertrand
(las fotografías son muy antiguas , pido perdón por lo estropeadas...)
(de mi libro de relatos Coletas Rojas)

12 comentarios:

JARDIN HAIKU: El Arte de Vivir el Instante dijo...

Ay, Lola, a veces los padres hacen (hacemos) cosas incomprensibles.
Me ha FASCINADO leer este relato que forma parte de tu niñez. recuerdas todo tan vívidamente que he visto a tus padres discutir sobre tu pelo y tu carita de "no entiendo nada" cuando tu madre te dice que va a solucionar el tema de las pecas; la dulzura del amante que las cuenta y te las besa, y a tu padre corriendo tras de tí alrededor de la mesa con las tijeras en la mani y a Juliana, quien salvó tu hermosa cabellera roja, qué decirte mujer, es una maravilla poder leerte, saber, aprenderte, conocerte en los recuerdos.
Es un posteo realmente entrañable.
Se te quiere con tus pecas, con tu rojo pelo que reluce siempre.
besos desde el otro lado del mar.

Vero

P/d: Las fotos son ESTUPENDAS!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Lola, una verdadera belleza de relato, me ha tocado el alma, y unas
fotos espectaculares y tus padres adorables,
un
abrazote, Amaralis

Catalina Zentner Levin dijo...

Una delicia este relato que me trajo a la memoria mis pecas, en esa época se vendía un producto Crema Pecol, yo me embadurnaba diariamente pero las mías permanecieron invictas.
Las fotos, encantadoras.

Lola Bertrand dijo...

Quiero aclarar , ya que olvidé ponerlo bajo el texto que las dos personas que me acompañan en la foto son mis padrinos - y a la vez primos- de bautismo.
Gracias por vuestras lecturas y mensajes.
Abrazos del mar para todos.
Lola Bertrand

Anónimo dijo...

Maravillosa forma de transmitir los recuerdos Lola, tu libro "Coletas Rojas" será una joyita.
Saludos Antonio P.

Anónimo dijo...

Muy interesante tu historia , amiga.
Me gusta leerte.
Saludos
Juanchu

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Precioso relato, Lola.

Anónimo dijo...

Una historia encantadora , Lola, tu forma de contar las cosas me gusta mucho.
Besos Eva

CARTAS DE AMOR... dijo...


LOLA:
gracias por pasar Lola, me hace feliz que te gusten mis cartas. Es una carta real, a mi amiga recuperada recientemente que se llama María Gabriela Rodriguez. A quien amé y amo profundamente más allá de cualquier estado físico o espiritual.

Anónimo dijo...

toda una parábola, y estando yo de acuerdo fíjate que aún no he aprendido yo a no cortar el pelo ni a no tapar las pecas de a los que quiero

:-)

amor

Anónimo dijo...

Una historia tierna e interesante Lola, ha sido un placer.
Besos
Anina

Retazos y retozos dijo...

tiempos gloriosos, Lola.
Y preciosas evocaciones.
Manolo