Los gusanos salieron de las tumbas reclamando más cuerpos, les parecía poca la carroña almacenada en el submundo desde donde aguardaban. Les crecieron unas pegajosas alas grises, para poder revolotear, a su gusto, por los pasadizos oscuros que circundaban las mentes de los prepotentes dioses…
Había fiesta de gala en los salones de la tierra en sombras; sabían lo que se estaba cocinando, muerte y miseria, en los fogones secretos de los últimos dioses de barro…
Todas las señales apuntaban al gran festín: ¿por qué, si no, habían clavado su hermosa bandera de barras y estrellas, dentro de los ojos inocentes?
Un ejército de gusanos revoloteaba en la noche succionando el sueño de paz de los incautos; eran tan astutos como las palabras de sus amos; tan taimados como las mentiras envueltas en papeles de colores…
¡Ellos eran su próximo festín!, cómo no mimarlos…
La gran falacia extendía su cuerpo, de medusa amorfa, por las fisuras invisibles de un mapa que no debería tener fronteras; succionaba con placer los gritos de impotencia, nacidos de las montañas de basura…
Esa era la mejor visión para los ciegos; el mejor sonido para los oídos de los sordos; el bocado más exquisito para los descerebrados y modernos amantes de la paz y el orden…
Todos aplaudieron el gesto supremo de su dios de barro: acallar con su bota el llanto de un recién nacido…
Y vitorearon con júbilo sus sabias y prudentes palabras:
-No debe quedar ninguna semilla de mal nacido que nos levante la voz, y nos dispute la supremacía del “oro negro”.
( En un rincón llora una flor, y aún hay personas que se cuestionarán si son lágrimas o pétalos lo que derrama…)
Pensamiento antes de abrir los ojos:
“Ya no doblan las campanas por nadie…”
Había fiesta de gala en los salones de la tierra en sombras; sabían lo que se estaba cocinando, muerte y miseria, en los fogones secretos de los últimos dioses de barro…
Todas las señales apuntaban al gran festín: ¿por qué, si no, habían clavado su hermosa bandera de barras y estrellas, dentro de los ojos inocentes?
Un ejército de gusanos revoloteaba en la noche succionando el sueño de paz de los incautos; eran tan astutos como las palabras de sus amos; tan taimados como las mentiras envueltas en papeles de colores…
¡Ellos eran su próximo festín!, cómo no mimarlos…
La gran falacia extendía su cuerpo, de medusa amorfa, por las fisuras invisibles de un mapa que no debería tener fronteras; succionaba con placer los gritos de impotencia, nacidos de las montañas de basura…
Esa era la mejor visión para los ciegos; el mejor sonido para los oídos de los sordos; el bocado más exquisito para los descerebrados y modernos amantes de la paz y el orden…
Todos aplaudieron el gesto supremo de su dios de barro: acallar con su bota el llanto de un recién nacido…
Y vitorearon con júbilo sus sabias y prudentes palabras:
-No debe quedar ninguna semilla de mal nacido que nos levante la voz, y nos dispute la supremacía del “oro negro”.
( En un rincón llora una flor, y aún hay personas que se cuestionarán si son lágrimas o pétalos lo que derrama…)
Pensamiento antes de abrir los ojos:
“Ya no doblan las campanas por nadie…”
Lola Bertrand
14 comentarios:
óptimo lola!
y mi inicio del día de este mes,lleva el premio de tenerte,leerte e iluminarme
gracias
besos
Muy duro y muy real a pesar de su tono metafórico.
Aunque aún estamos a tiempo de cambiar ese estado de cosas.
Perdon el comentario es de Alena Collar, que no lo firmé.
Alena
Una pro que hace pensar , Lola. Muy fuerte.
Abrazos
Anina
Un placer leerte. Saber dar vida a las palabras. Un beso.
Siempre reclaman más festín, además de no dejar huellas de ningún mal nacido que les destrone.
las lágrimas azules de las flores no las ven quien no quiera verlas.
¡qué buen post, Lola!
Siempre me sorprende - y me atrae, Lola- la fuerza de tus letras.
Leerte es un placer...
Saludos
Antonio P.
Estoy inmerso en la lectura de varios libros. Muy sumergido. Pero, siempre tengo un tiempo para tus escritos. Qué te voy a decir sobre tus relatos.¡Me encantan!
Te recuerdo con un recuerdo apacible.
ATHO
Un texto muy desgarrado y con mucha fuerza, Lola.
Ha sido un placer.
Saludos
Juanchu
¡Cuánta fuerza, Lola!
Besos
Eva
Tremendo.
Cierto.
Impactante.
Me encantó el punto de vista.
Mis felicidades!
Un saludote.
vuelvo a pasar
ya sabes el mar
las olas,este
aire de fiestas
tan tradicionales
y esta melancolía
propia en estos días
todo me hace pensar
en tu mar y en el mío
y en nuestra manera de
celebrarle
besos Lola!
Estupendo , Lola, ha sido todo un placer leerte.
Abrazos
Mariam
Fuerza y realidad en tu relato. Abrazos desde Huacho de mar a tu mar. Julia
http://Juliesusfotosyescritos.blogspot.com
http://losamigosdejulie.blogpspot.com
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