
Es extraño, pero, hoy pensé en ti, y me sorprendí queriendo recordar tus facciones.
Intenté bucear en mis recuerdos, pero nada, tus rasgos se dispersaban.Sentí que un algo se moría dentro de mí, y, esa sensación me produjo una angustia infinita.
¡Cómo es posible! – me dije.
Después de tantos años de estrecha relación, ¡cómo es posible que no te recuerde!
Caminaba por la calle, cuando un rayo de sol me trajo tu recuerdo, y me encontré perdida en un laberinto de pensamientos: quería plasmar tu imagen, y, no la encontraba en los huecos de mi memoria.
Te desdibujabas continuamente en los escaparates, sobre el asfalto, en la brillante superficie de los autos.
Llegué a mi casa desasosegada, faltándome el aire, y busqué frenética en el cajón de las fotos antiguas.
Fue fácil encontrarte, tu sonrisa color sepia estaba aguardándome.
Te miré, de pié, con el abrigo y la bufanda, aún, sobre mi cuerpo; durante un largo minuto te miré para reencontrarte.
Mis manos temblorosas clavaron con una chincheta la fotografía, en tamaño grande, de tu cara, en el tablero de corcho que hay junto a mi mesa de trabajo.
Y allí, allí volví a tenerte… recordé el día, treinta y seis años atrás, en que alguien plasmó, para mi, tu insinuante sonrisa de Gioconda dormida; tus ojos , llenos de promesas y utópicas palabras; la tersura de tu piel que presagiaba futuras espumas, y el contorno , rojo e incitante, de tus labios
que soñaban besos.
Por un instante el sepia se volvió color en mi memoria, y te dije:
No te vayas nunca más de mí, quiero que me habites siempre.
Y… dejé, mi fotografía, antigua y gastada, frente a mis ojos, para no olvidarme nunca más de quien soy…
Lola Bertrand
Intenté bucear en mis recuerdos, pero nada, tus rasgos se dispersaban.Sentí que un algo se moría dentro de mí, y, esa sensación me produjo una angustia infinita.
¡Cómo es posible! – me dije.
Después de tantos años de estrecha relación, ¡cómo es posible que no te recuerde!
Caminaba por la calle, cuando un rayo de sol me trajo tu recuerdo, y me encontré perdida en un laberinto de pensamientos: quería plasmar tu imagen, y, no la encontraba en los huecos de mi memoria.
Te desdibujabas continuamente en los escaparates, sobre el asfalto, en la brillante superficie de los autos.
Llegué a mi casa desasosegada, faltándome el aire, y busqué frenética en el cajón de las fotos antiguas.
Fue fácil encontrarte, tu sonrisa color sepia estaba aguardándome.
Te miré, de pié, con el abrigo y la bufanda, aún, sobre mi cuerpo; durante un largo minuto te miré para reencontrarte.
Mis manos temblorosas clavaron con una chincheta la fotografía, en tamaño grande, de tu cara, en el tablero de corcho que hay junto a mi mesa de trabajo.
Y allí, allí volví a tenerte… recordé el día, treinta y seis años atrás, en que alguien plasmó, para mi, tu insinuante sonrisa de Gioconda dormida; tus ojos , llenos de promesas y utópicas palabras; la tersura de tu piel que presagiaba futuras espumas, y el contorno , rojo e incitante, de tus labios
que soñaban besos.
Por un instante el sepia se volvió color en mi memoria, y te dije:
No te vayas nunca más de mí, quiero que me habites siempre.
Y… dejé, mi fotografía, antigua y gastada, frente a mis ojos, para no olvidarme nunca más de quien soy…
Lola Bertrand
19 comentarios:
Lola mi niña!!!
Qué suerte tú y tu fotografía!
Las fotos en sepia son de otoño,
tienen herrumbre,y asombros...
Pero eres la misma niña
que vemos,que sueña,escribe,piensa
Tus coletas rojas,tus pecas,
el jazminero,tiempo que alienta!
Tú nunca te ausentas,vives aquí
en tus poesías,en tu fortaleza,
y somos tantos los que inclinados
te aguardamos,para gozarte,
estremecidos al comprobarte;
Intacta cándida creadora
sublime Lola soñadora!
Enhorabuena amiga poeta!
♥♥♥besos♥♥♥
Me llenas el alma con este post.
Dulce.
Tierno.
hermoso.
Que bella foto. y que grande lo que escribes. me estremeces los sentimientos., y con ello el gusto de leerte.. que bien se siente venir por tu mundo..
abrazos.
Los sueños por realizar, las metas por alcanzar, los deseos de aprender, descubrir, vivir... presentes tanto ayer como hoy. Que no perdamos la ilusión con los años, que sigamos siendo quienes fuimos, quienes somos. ¡Muy bien!
a veces vuelvo
solamente a leerte
y te miro y sueño.
Dulce es recorrete,
mirar y sentirte al leerte
tú,el jardín del abuelo
y no hay distancias
entre ayer y hoy tremendo
Te brotan las mismas fragancias!
♥♥♥besos♥♥♥
Un texto lleno de ternura y humanidad. Precioso , Lola.
Abrazos
Eva
Hay algunas fotos nuestras, de una etapa anterior, que parecen mirarnos como si fuesemos su foto del futuro...todo lo que ha pasado de una cara a otra, mojones del camino.
Un abrazo, Lola, desde tu mar del sur que agradece tu paso y tu cariño.
Besos
REL
Es que esa preciosa niña que sonríe, nunca dejó de acompasar sus pasos con los tuyos.
Un abrazo,
Lo dicho, Lola, imágenes lindas y textos con fuerza.
Manolo
¡ay, Lola ! estos sepias como nos trasportan en el tiempo, nos anclan por momentos.
un beso.
Gracias Lola por hacernos viajar a nuestros pasados, por intentar reencontrar lo que fuimos, pensamos y sentimos y, gracias a ello, vivir el presente y enfrentarnos al futuro.
Texto de calidad y fotografía evocadora.
Un abrazo
Siempre me emociona leerte, Lola.
Saludos
Juanchu
Lola,he pensado mucho en
ayer hoy tú yo,
mientras construía mi entrada,
era ayer y sigo así hoy
y tal vez mañana será
más o menos igual....
♥♥♥besos♥♥♥
Lola, aqui estamos, volvamos siempre a lo que fuimos; porque hemos sido, lo que somos..., besos, Juli
Lola, aqui estamos, volvamos siempre a lo que fuimos; porque hemos sido, lo que somos..., besos, Juli
Hay muchop sentimiento y añoranza en tus palbras , Lola.
Es un placer leerte .
Abrazos
Miriam
Una mirada, un recuerdo, una remembranza con especial sentimiento de lo que se fue y lo que es. Buena terapia.
Un abrazo desde mi alma!
Hola Lola... gracias por la invitación y muy emotivo tu texto "Hoy pensé en ti".
Te envío un fuerte abrazo desde Lima Perú e invito a visitar mi casa virtual http://www.skorpiona.com
SKORPIONA®
Inés de la Puente
que lindo todo lo que escribes...
Me bastó Lola, mirar en esos ojos para saber que sí, es Lola, la tengo frente a mí, ha quedado su mirar pinchado en el corcho de este ordenador y así ha pasado a la galería de mis fotografías. Este es un diario íntimo con el cual tú quieres premiar a estos internautas tus amigos, y bienvenido. En las alturas de una ciudad -en la que habito-, edificada en una península, que aquí -junto a mis habitaciones- aún + se estrecha, en una tarde desapacible, lluviosa, como para estar solo en el medio del murmullo de automóviles y autobuses, digo: las historias no son idénticas, no son ni pueden ser calcos, pero cuántos puntos de contacto entre las almas que han vivido su esplendor en un tiempo que tanto ha cambiado sin que casi nada haya cambiado.
Un beso para ti Lola, de xavier que en su corazón te distingue.
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