viernes, 29 de mayo de 2009

EL TIEMPO

El tiempo se volvió frágil:
palpó con suavidad
las palabras en Morse que le dejaban los días
sobre un túmulo
de barbaries y sangre.
Y toda la tierra tembló bajo la mirada de los muertos.
El tiempo se volvió
dueño y señor de las gargantas rotas,
del trasvase de miserias,-agua y lodo-que poblaban
el horizonte gris de miles de grupúsculos humanos.
Y el aire lloró tanto que arrasó miles de lágrimas.
El tiempo se tornó grillete de la ilusión
dentro de los ojos que soñaban utopías en colores diferentes.
Y un alambre de púas separa nuestras soledades…
Lola Bertrand

9 comentarios:

Catalina Zentner Levin dijo...

Estremecedor, Lola, y aplicable a muchos puntos de nuestro vapuleado planeta.

Abrazos,

mia dijo...

Mordería los alambres de púas,

rompería indiferencia,

para devolverte la clemencia

con la cual nos escribes una a una

tus poesías,

Lola magnífica!

besos

Anónimo dijo...

Tu poema es muy visual, Lola, y duro.
Cariños Eva

Pilar Moreno Wallace dijo...

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí: es un rincón que invita a la lectura.

la-nata-contra-el-vidrio dijo...

Todo indica Lola, que en el sitio en el cual te aposentas para desde allí, ser y deber ser, llueve y hay cierta torrencialidad; todo también indica, que se trata Lola, de una historia de la tierra en este día y también se valida lo de embravecido, lo de amenazante, lo de qué poca cosa somos a causa de los hombres, que prometen matar, que matan, que comprometen toda vida para dentro de unos pocos años. A pesar de todo, ¡qué nos salva? personas como tú, ser amoroso que irradia belleza.
Un beso de quien no te olvida, xavier.

Retazos y retozos dijo...

Preciosa fotografía, texto adecuado... pues eso, que como nos tienes acostumbrados...

Anónimo dijo...

Un poema excelente, Lola, me agradó.
Saludos
Juanchu

CATI COBAS dijo...

Suscribo a Manolo. besos. Cati

Unknown dijo...

Hermoso. nostálgico, triste y con imágenes muy bien logradas. Abrazos desde el mar pacífico, Julia